Oftalmopatía distiroidea

En la Clínica Oftalmológica Moreiras, con el Dr. Pérez Moreiras y la Dra. Prada Sánchez a la cabeza, somos pioneros a nivel mundial en el descubrimiento y desarrollo de tratamientos mediante terapia biológica con inhibidores de la Citokina IL-6. Nuestros tratamientos han reducido en un 70% el número de pacientes que han necesitado cirugía desde hace 10 años, gracias al uso del Tocilizumab.

Nuestra experiencia está avalada por más de 3.000 intervenciones quirúrgicas, descubrimientos e investigaciones de impacto mundial y varios libros sobre esta patología. Son muchos los especialistas a nivel mundial que usan el protocolo del Dr. Pérez Moreiras.

¿Qué es?

La orbitopatía u oftalmopatia distiroidea es la patología ocular y orbitaria que aparece en el Hipertiroidismo, Hipotiroidismo e incluso en algunos normotiroideos. Se conoce por diferentes nombres: orbitopatia de Graves, enfermedad de Basedow, enfermedad tiroidea, exoftalmos endocrino y enfermedad ocular tiroidea.

Esta patología afecta a los músculos del ojo, produciendo engrosamiento en ellos y aumenta el volumen de la grasa orbitaria para producir Exoftalmos o proptosis (desplazamiento del globo ocular fuera de la cuenca orbitaria e incluso puede llegar a luxarlo fuera de los parpados. Puede aparecer la orbitopatía en el 20% de los pacientes con hipertiroidismo y en menor escala en hipotiroideos, normotiroideos y tiroiditis autoinmunes.

La enfermedad ocular puede aparecer antes, al mismo tiempo o después de las manifestaciones de la enfermedad tiroidea, especialmente en el caso del hipertiroidismo. Aunque en un 20-25 % de los casos aparece la enfermedad ocular antes de la afectación del tiroides. Suele aparecer entre los 20 y 75 años en el 85% de las mujeres y solo en el 15% de los hombres. Se puede afirmar que es una enfermedad de mujeres, pero no sabemos cuál es la razón. Entre un 65 y 70% se presenta como una inflamación activa como si fuera un volcán que entra en actividad y en un 30% aparece con lenta evolución como una enfermedad crónica.

Síntomas

La enfermedad orbitaria puede aparecer con mínimos o evidentes síntomas de actividad inflamatoria produciendo 2 diferentes formas clínicas (orbitopatía activa o inactiva).

Cuando aparece inflamación (fase activa), se edematizan más los parpados superiores e inferiores, despierta con los ojos más inflamados y mejoran en horas, ven borroso de 30 a 90 minutos, tiene sensación de visión borrosa o visión doble vertical u horizontal, presión en sus ojos, tirantez o dolor al mover los ojos hacia arriba o en movimientos laterales y sensación de que sus ojos se salen hacia fuera como si fueran ojos de sapo o rana.

Esta fase inflamatoria evoluciona en pocos meses y después puede permanecer sin cambios de 6 meses a varios años si no se les trata precozmente con los tratamientos actuales descubiertos en los últimos años y que tanto han cambiado el pronóstico y la evolución hacia la cronicidad. En esta etapa no pueden trabajar por la mala visión y con facilidad se deprimen sin que las comprendan ni sus familiares ni los médicos que las tratan de la enfermedad tiroidea o de la inflamación ocular.

Durante los últimos 40 años se ha creído que esperando pasivamente sus ojos mejorarían al normalizarse el hiper-hipotiroidismo y nada más lejos de la realidad. Al contrario, se ha dejado pasar la fase de inflamación que es clave para darle tratamiento anti-inflamatorio e inmunosupresor que tan bien responde a los tratamientos actuales a la vez que mejora la visión doble y la protrusión de sus ojos.

Llegamos a la conclusión de que es necesario hacer “diagnóstico precoz de la inflamación ocular” por endocrinólogos que están tratando su status tiroideo y oftalmólogos que con frecuencia piensan que en la fase inicial tiene conjuntivitis alérgicas que no responden los colirios.

Podemos clasificar el cuadro clínico de inflamación en incipiente o leve, moderado y severo.

Cuando no se trata la fase de inflamación y actividad, aparecen progresivamente los efectos secundarios como visión doble, edema palpebral, ojos rojos, proptosis, úlceras en córnea, pérdida de visión, etc. Cuanto antes tratemos sus síntomas y signos, menos complicaciones aparecerán y menos cirugía será necesaria con el paso del tiempo.

La complicación más grave puede ser la pérdida de la visión al comprimirse el nervio óptico por los músculos inflamados. Otra complicación es la úlcera corneal que puede provocar una perforación ocular; en este caso está indicada la cirugía con carácter prioritario, además de controlar la enfermedad general.

Causas

La causa principal es una enfermedad de carácter autoinmune, desconocida, en la que el organismo actúa contra sus propios órganos. Otros factores que han de ser tenidos en cuenta son los antecedentes familiares de la enfermedad tiroidea, fumadores de más de varios cigarrillos al día, el estrés y los grandes disgustos.

El tabaco contiene innumerables sustancias químicas que inflaman los músculos y la grasa orbitaria. Es imprescindible dejar de fumar ya que se ha demostrado que en los fumadores la enfermedad permanece durante meses o años y responden peor al tratamiento.

El estrés puede ser un desencadenante del hipertiroidismo. Influye directa y negativamente en la orbitopatía tiroidea porque desestabiliza el control metabólico de la enfermedad a la vez que produce más inflamación en los ojos.

Los síntomas y signos van cambiando y aumentando a medida que evoluciona la enfermedad. Así, los síntomas que aparecen en las etapas más tempranas son poco específicos, el paciente siente molestias al mover los ojos, lagrimeo, sensación de arenillas, intolerancia al viento y al sol, como si tuviese una conjuntivitis, edema periocular.

Con el transcurso del tiempo empieza a notar dificultad para enfocar los objetos, especialmente en la lectura, como si tardara un momento en poder ver bien un objeto al fijar la mirada, también empieza a notar cierta hinchazón en los párpados y bolsas en los ojos. Todos estos síntomas se acentúan por las mañanas y van mejorando en el transcurso del día.

Si la enfermedad progresa, el paciente empieza a notar que el ojo está más abierto y más expuesto hacia fuera, más ojos de sapo u ojos saltones), observación que nota al comparar fotografías de los últimos meses o años, además puede tener visión doble horizontal o vertical y dolor al mover los ojos. Algunos pacientes solo tienen los ojos más saltones, sin causar otras molestias notables.

Diagnóstico

El diagnóstico precoz de la enfermedad ocular y tiroidea mejora el pronóstico porque se obtiene una mejor respuesta al tratamiento. Es de gran importancia que en las primeras semanas de la enfermedad ocular (en las que aparece edema palpebral, lagrimeo por las mañanas, visión borrosa, conjuntivitis crónica, etc.) el paciente sea explorado por un oftalmólogo especialista en órbita y un endocrinólogo, si bien los análisis de hormonas tiroideas pueden ser normales en los primeros meses. Por lo tanto, es muy recomendable visitar al oftalmólogo desde el primer momento.

Tratamientos

La orbitopatía debe tratarse lo antes posible ya que el tiempo es un aliado en la respuesta al tratamiento para reducir la protrusión u ojos saltones, mejorar el estrabismo (visión doble) reduciendo la inflamación en los músculos y evitar la retracción de los parpados que producen mirada espantada.

El control endocrinológico del hiper o hipotiroidismo también es un factor clave de éxito del tratamiento. En función del cuadro del paciente y evolución de la patología, existen dos tipos principales de tratamientos:

Tratamiento farmacológico

Además del tratamiento clásico con megadosis de esteroides, Ciclosporina, Metotrexate, Infliximab, Rituximab, etc, la Clínica Moreiras es descubridora y pionera a nivel mundial con los nuevos tratamientos con Terapia Biológica con Inhibidores de la Citokina IL-6, Tocilizumab, para los pacientes que fracasan con esteroides (del 30 al 70% según sean tratados en fase de inflamación incipiente y tardía. En la Clínica se han tratado más de 250 pacientes en los últimos 10 años con una efectividad superior al 95%, además de acortar el tiempo de recuperación de la inflamación. En agosto de 2018 se ha publicado el estudio randomizado a doble ciego, “Clinical Trials” en American Journal Ophthalmology que confirma la buena respuesta a esta medicación.

Actualmente no existe otro tratamiento a nivel mundial que consiga tan buenos resultados, lo que redunda y refuerza el compromiso de la Clínica Moreiras con la mejora de la calidad de vida del paciente.

Tratamiento quirúrgico

La Clínica Moreiras es también pionera desde hace más de 20 años en técnicas de microcirugía orbitaria que no dejan cicatrices. Las nuevas vías de abordaje y las técnicas utilizadas permiten rehabilitar al paciente de los cambios originados por la enfermedad: descomprimir los ojos en su posición original, anterior a la enfermedad, corregir el estrabismo, reducir la retracción palpebral y bolsas perioculares (rehabilitación estética.

Estas técnicas se usan meses después cuando la enfermedad ocular está inactiva y sin inflamación.

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